Considerando las Metas de Desarrollo para el Milenio, que incluyen erradicar el hambre en el mundo para el año 2015, la UNESCO designó al 2013 como el Año Internacional de la Quinoa.
Las motivaciones para dedicar el presente año a este cultivo son múltiples. Por un lado se reconoce el trabajo milenario de los pueblos andinos que resultó en la domesticación de la especie y en el mantenimiento de su diversidad genética, pues existen distintas variedades y razas autóctonas. La UNESCO también pretende afirmar que esta planta puede contribuir a la seguridad alimentaria y a la erradicación de la pobreza en el mundo debido a la facilidad de su cultivo y a sus propiedades nutricionales. Finalmente, consideraron necesario que el público tomara conciencia de sus diversas propiedades nutritivas, económicas, ambientales y culturales.
La quinoa es una planta nativa de la región de Los Andes y su consumo ha ganado popularidad internacional en años recientes debido a sus propiedades nutritivas. Sin embargo, su domesticación ocurrió desde hace tres o cuatro mil años y su uso se remonta a más de siete mil años. Aunque las hojas también se consumen localmente, las semillas son las que han ganado notoriedad a nivel internacional.
Desde el punto de vista botánico, la quinoa, o Chenopodium quinoa (se pronuncia “quenopodium”), es un quelite de la misma familia botánica que el amaranto y es pariente muy cercano del huazontle (Chenopodium nuttalliae) y del epazote (Chenopodium ambrosioides o, más recientemente, Dysphania ambrosioides). Es considerada un seudo-cereal; a pesar de que sus sus semillas contienen grandes cantidades de almidón y se utiliza como fuente de carbohidratos, no pertenece a la familia de los pastos (Poaceae y, antes, Gramineae) como el maíz, el trigo y el arroz.
Quizá la popularidad internacional que ha ganado la quinoa se deba a que sus semillas, a pesar de que la mitad de su peso se debe a su alto contenido de almidón, contienen todos los aminoácidos esenciales para el humano. Es decir, contiene los diez (de los 22 que usa el organismo para construir proteínas) aminoácidos que el cuerpo es incapaz de sintetizar. En comparación, al amaranto le faltan la fenilalanina y el triptofano. Estas características nutritivas permiten que la quinoa sea consumida como fuente de proteína en comunidades que no tienen acceso a la carne o en sociedades que, considerando la enorme huella ecológica de la producción de carne, estén considerando reducir su ingesta. Además, por no ser un cereal verdadero, la quinoa no contiene glúten y puede ser consumido por personas que son alérgicas a dicha proteína.
La soya también contiene concentraciones altas de todos los aminoácidos esenciales, en muchos casos, más altas que las presentes en la quinoa. Sin embargo, la UNESCO, durante el presente año pretende subrayar las ventajas de la quinoa sobre otros cultivos. En la actualidad el cultivo de la soya –que es mayoritariamente transgénica– ocupa grandes extensiones, es mecanizado y consume grandes cantidades de agroquímicos y de agua. En cambio, la quinoa se puede cultivar en tierras marginales bajo temperaturas que oscilan entre los -4 y los 38 grados centígrados, además soporta la sequía, pues es capaz de mantener rendimientos relativamente altos con precipitaciones de apenas 100 a 200 mm (como referencia, la precipitación anual de la ciudad de Hermosillo es de apenas 365 mm).
La quinoa tiene, pues, características agronómicas de hierba de baldío, pero su cultivo en el mundo está está creciendo. Los países andinos son los principales productores que en 2009 produjeron más de 70 mil toneladas de semilla. Perú es el principal productor de quinoa, pero atiende, principalmente, al mercado interno. En cambio, las exportaciones bolivianas de quinoa rebasaron los 43 millones de dólares, contra apenas medio millón de Perú. Otros países productores importantes de quinoa son Estados Unidos, Ecuador y Canadá, aunque su cultivo ya se está desarrollando en países como Brasil, Inglaterra, Suecia y Dinamarca.
A los 189 países que suscribieron las Metas de Desarrollo del Milenio, entre ellos México, ya les están ganando las prisas porque 2015 está a la vuelta de la esquina y la gente con hambre ha aumentado en lugar de disminuir. Es difícil saber si el cultivo de la quinoa tendrá repercusiones importantes en la forma en la que se nutre la humanidad. Sin embargo, es bastante alentador saber que representa una alternativa agronómica y nutritiva muy importante para regiones que no tienen acceso a otras fuentes de alimento o que, en un momento dado, su cultivo, en áreas que hasta ahora son marginales para la agricultura, podría liberar la presión que nuestra civilización ejerce sobre los bosques y selvas para la producción de carne.